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Mi Yo de diciembre

"¿Qué le diría tu Yo de diciembre a tu Yo de enero?" Me apareció un video en redes donde su temática era esa. Era breve, y más que reflexivo, la propuesta era de humor.


Sin embargo, como hacemos todos, luego de verlo fui directamente a leer los comentarios. Resulta que muchas veces, lo más divertido de los contenidos en internet es eso. En este caso, los mensajes eran más emotivos y fue imposible no identificarme con muchos de ellos.


Mi Yo de enero le costaba ver más allá del día a día. Había perdido el norte en el momento donde más quietud existe. Por más que me esforzaba, me había apagado. Fue una versión de mi misma que jamás había visto, pero también resultó ser la más fuerte.


El 2024 fue de un aprendizaje enorme, de esos que te golpean con una fuerza que te desarman por completo. El verdadero tocar fondo. Luego de semejante implosión, es imposible volver a mirar las cosas de la misma manera y que bueno que así sea.


Muchos lo llaman “la noche oscura del alma”, así como la denominó San Juan de la Cruz en su poema. Nunca lo leí, pero si buscas su significado más allá del poema, me vas a entender. O tal vez también te haya pasado y lo tengas más claro que cualquiera.


Mi Yo de enero no me creería si le dijera que fuimos oradoras para un auditorio el 8M, que somos informativistas de radio, que dimos una charla para estudiantes de radio, que viajamos a Buenos Aires, que ahora usamos brackets, que nos mudamos a un apartamento re lindo con unas ventanas enormes como siempre quisimos, que adoptamos a una perrita, que volvimos a estudiar, pero sobre todo, que volvimos a brillar.


Todos vivimos luchas internas que son titánicas. Algunos las cuentan, otros prefieren el silencio. Sin embargo, nunca faltó una mano amiga dispuesta a sostenerme en los momentos más duros de este año. Lágrimas, miedo, ansiedad, incertidumbre. El proceso fue menos difícil con la red de afecto correcta. Esa que eligió quedarse a pesar de todo. Siempre les voy a estar agradecida por la paciencia, el cariño y la empatía.


Para este 2025, le diría que tuvimos que cerrar el ciclos, pero que no tenga miedo. Todo lo que sucede, conviene y ya lo hemos comprobado mil veces. Nos estamos permitiendo volver a soñar y si bien todavía no tenemos claras algunas cosas, soltar el control y confiar, también es parte del aprendizaje.

Foto: Cynara García Rodríguez


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